Las dichosas instalaciones... lo que el arte nos dejó.

Últimamente he visto mucho arte expresado en instalaciones, hay justificaciones de

sobra para los artistas, que si tuvieron un sueño que los dejo emocianalmente afecta-

dos y necesitaban realizar una catársis o simplemente porque el diseñador perengani-

to hizo una del otro lado del charco y como quedo estupendenda, su copia o inspira- ción tendrá el mismo auge... Como dije, justificaciones hay muchas, sinceramnete no apoyo este tipo de propues- tas, puede que sea por mi falta de buen gusto, o mi ausencia de imaginación. Pero a veces busco que el arte me dé una directriz bien estructurada y no tan rebuscada para necesitar que alguien me traduzca lo que quiso decir, simplemente porque de alguna forma yo ya me casé con el concepto que reza más o menos asi: Un buen diseño deja de serlo si necesita explicación.

No todo ha sido trágico con mi experiencia en instalaciones -quiero borrar zona MACO de mi memoria- hay algo rescatable: La lengua de ernesto, (si ernesto en mi- núscula, no quiero circulitos por error ortográfico... ) me llenó de felicidad, de por sí es un plus para mí ir a San Ildefonso, así que ya iba predispuesta. En un inicio quisé salir corriendo para reclamar los 40 pesos de admisión, pero poco a poco le fui agarrando el hilo, el señor Ernesto Neto quería explicar su percepción del ser humano y lo que reprsenta el ser humano para el en el universo. Si, eso lo entendí después de que un voluntario me explico lo que querían decir esas medias rellenas de bolas de unicel. El punto es: Cada quien tiene un volcán de ideas y lo expresa como guste, hay todo tipo de instalaciones, malas y regulares... ojalá existieran más regulares que malas. FIN