Para cuando me preguntes Vol. III: Nueve meses después

                              
Suena el despertador. Papá se levanta, va al baño sale y se que es el turno para que comience el día. Haciendo relevos entre cambio y cambio para cuidarte y alistarte para la guardería. 
Te dejamos y corremos primero para mi trabajo y después Rod se va como bólido para su oficina. 
Todo en loop infinito, algunos días son mejores que otros, pero siempre llenos de tu sonrisa que lo armoniza todo.




Nueve meses te tuve en mi vientre, 39 semanas en las que traté de hacerme a la idea de mi nueva condición y creo que apenas estoy entendiendo de qué va. Aceptar que hay días que quiero salir corriendo porque ya me cansé de visitar más al pediatra que a mis amigues. Y también darme cuenta que prefiero encerrarme con ustedes tres, -mi tribu- viendo en repetición continua el video de tu canción favorita.  



Muchas veces le pregunto a tu papá si serás feliz, fuera de los cuidados, del amor incondicional y de una buena vida. Me preocupa mucho tu felicidad, el simple hecho de escribirlo me pone acuosos los ojos porque de verdad anhelo que recuerdes tu infancia con una sonrisa en el rostro, que todo eso bonito que Rod y yo estamos sembrando en tu vida, fuera de nuestros desaciertos te ayuden a ser un hombre feliz y lleno de vida. 



Mentiría si digo que ya estamos adaptados a la vida contigo, pero un paso a la vez. al menos sobrevivimos y tus papás han descubierto que son muy buenos haciendo treguas, siendo equipo y ayudando al otro en vez de echarse la bolita por lo que no se hizo. Espero que seas igual o más hacendoso que tu padre, fuera de las tragicomedias machistas que vivimos hoy en día, sé que soy muy afortunada porque Rodrigo no es de esas masculinidades frágiles que se rompen por lavar un traste o recoger la casa. Mi amor, tienes un ejemplo bien chido en casa y sé que vas a ser parte activa de las responsabilidades familiares, porque eso lo has vivido desde que estabas en mi vientre.



Veo fotos de tus primeros días y me maravillo de lo que has crecido, de tus logros de bebecito, del día que aprendiste a gatear y lo demostraste en la cama de tus abuelos; quería parar el mundo para grabar bien ese recuerdo en mi cabeza. Hoy ya te sostienes más tiempo solito, comienzas a querer devorarte el mundo. Te gusta sentir el viento en tu cabeza mientras observas los árboles pasar cuando vamos en el auto. Sonríes y me llenas de fuerza.



La Era Covid ha hecho que conozcas a pocas personas, pero ten por seguro que son muchas más de las que puedas imaginar que te esperaban con ansías y son felices de verte aunque sea a través de una pantalla. Probablemente tu cumpleaños no. 1 sea solo con nosotros pero el amor de todes los que nos quieren siempre trasciende.



Me reiniciaste, me hiciste ser una mujer diferente. Desde que te supe dentro de mi, comencé a identificarme con "ser mujer" (luego les cuento la razón: a grandes rasgos, me refería a mi como niña; aún cuando ya estaba más cerca de los treinta) Retomé mi raíz y abrace mi esencia, con todo y mis demonios. Entendí que no todo es blanco y negro, que los matices no son tan malos y que el amor todo lo puede. 


Te amo mucho Alonso cara de oso. 





Comentarios

Entradas populares