ACTUALIZACIÓN. junio 2024

 -Espero que esta vez si pueda concretar mis ideas en esta entrada de blog.-

Me quedé en los dos mil diez y para muestra basta un botón: Sigo teniendo este blog en internet escribiendo para nadie y para todos al mismo tiempo. Mis temas favoritos siempre son mi padre, mis amores, mi hijo y la vida laboral. 

No recuerdo la última vez que me atreví a compartir un texto aquí, pero si recuerdo las quince veces que intenté hacerlo y por más que traté nada bueno puedo contar; así que para las memorias -mi pretexto favorito- va un resumen de lo que he pasado en estos últimos meses, o años.

Comenzaré por lo último; la chamba. Volví a sentirme valiosa en un lugar de trabajo, pertenezco ahora sí oficialmente, después de dieciocho meses de subcontrato a la compañía. Al inicio creí que sería más fácil, mi primer propuesta de ascenso fue una mierda. Realmente subestimé el proceso y tuve un falso empoderamiento que me hizo caer y dolió mucho. Pero entendí muchas cosas, pude ver en qué había fallado y trabajé en eso. Entonces ahora si, cuando vino la segunda propuesta las cosas estaban mejor. Mejoré por mucho mi trabajo y ahora tengo mi planta en Michelin. Por días estuve sin creerlo, al fin había entrado al aro; a ese lugar en donde todos los "adecco" querían llegar porque el corporativo es el lugar donde "fluye leche y miel". Para ser sincera, este puesto implica mucho más que un mejor salario y la estabilidad que esto trae a nuestras vidas. Es un voto de autoconfianza a mi misma después de sentirme por los suelos en la vida profesional y en mi propia autoestima. Al firmar mi contrato, solo podía escuchar la voz de mi papá diciendome: "cuando naciste, supe que harías algo grande, no sé que es, pero tu llegaste a hacer algo importante" y a la par; me recordé en el funeral de mi papá contando ese momento a todos los asistentes. No entiendo la razón, pero muchas veces cuando hablo cuento cosas muy profundas para darme calma. -ya sé, es muy raro, ¿no?-

En fin, Michelin no ha sido lo único bueno laboralmente hablando, también Casa Marpache encontró en donde cimentarse, gracias al cumple tres de Alonso conecté con las piñatas y en octubre del 2023 comencé a venderlas oficialmente por internet. Es un hito para mi, porque nuevamente pensé que eso que había logrado con Tache Bolita mientras hacia mi carrera universitaria no iba a volver a pasar y para mi sorpresa CM ha traído bendiciones tres sesenta a mi vida; demostrandome a mi misma que mi creatividad nunca ha muerto, que puedo generar ingresos de ella y que soy parte de un ciclo hermoso de celebración con otras personas que no conozco pero que gracias a mis piñatas conectó con muchas personas más.

No voy a cansarme de decir que mi hijo es mi mejor maestro, ahora con sus cuatro años de vida puedo ver el amor que muestra a los otros, su ligereza para saludarlos o hacer mimos sin importar que sea alguien que tiene cinco minutos conociendo. No sé que tanto quiero que sea como yo, pero si quiero que su esencia sea una mezcla de todos los que estamos presentes en su vida. Que crezca sano y siga absorbiendo todo como esponjita. Justo ahora en este momento estoy en el dilema religioso y él ya lo simplifico de una forma tan sabia; Dios está en la luna y el quiere un diosito que lo cuide. Fin. 

El maestro.

Hay algo que me ha dado vueltas la cabeza desde hace algunas semanas; en un evento, escuché a una mujer en sus veititantos diciendo que esperaba que su novio que se graduara y consiguiera un buen trabajo para que ella ya no tuviera que trabajar. Quedé en shock porque nunca ha pasado eso por mi sistema, "¿Quizá me ha faltado visión?"  "¿Por qué siempre quiero resolver yo todo el tiempo?" Muy pocas cosas me han detenido y afortunadamente de alguna forma siempre he resuelto mis necesidades sola, y cuando he estado en pareja ha sido un trabajo en equipo para salir juntos por los gastos de la casa. No quiero que malinterpreten lo que digo, no estoy juzgando ese forma de pensar, que en ocasiones creo que también me gustaría vivir -el de ser señora de casa- pero después recuerdo que la sensación de obtener mi dinero por mi misma -sea estar en la ofi o decorando piñatas- es de mis cosas favoritas en este mundo. Porque me confirman mi capacidad de autosuficiencia y todo esto ha traído luz a mi camino nublado de la autoaceptación. 

Uff! ahora si ya viene la piedrita en el zapato. Y es que -long story short- traigo veinte kilos encima y no les veo ganas de irse pronto, entonces tenía de dos: hacerme que la virgen me habla y seguir el camino de obligarme a sufrir cada que tengo que salir a la calle porque nada de mi ropa me queda para que -en una lógica muy   absurda, ahora que lo veo- me motivara a poner manos a la obra y repetir este ciclo de tortura en loop infinito o bien, aceptar la realidad y comprarme ropa de mi talla que me hiciera sentir bien y que no fuera con la horrible e insípida moda aesterik que todxs usan -sorry not sorry- y hacer pequeños cambios para mejorar mi relación con el cuerpo que tanto me ha dado. 

MEXFA

Ojalá de inicio hubiera elegido la opción dos, pero me gusta autoflajelarme y pasé casí dos años elegiendo la primera opción, Haciendo más amargo el camino de negar mi cuerpo, hasta que me vi en el espejo como si esto fuera parte de un ejercicio de terapia cognitiva conductual y me di chance de elegir la segunda opción.

Aún sigo sin tomarme fotos y odio todavía posar en fotografias de eventos importantes pero al menos ya no sufro porque no tengo que ponerme a la hora de salir. Un día a la vez... un día a la vez.

De mi papá sigo sin saber en dónde se ha quedado, hay cosas que veo de repente y me sacan la lagrimita. A veces quisiera contactarlo por cualquier medio y sentir algo que me lo traiga de vuelta. Todavía en secreto escucho musica cristiana y me acuerdo de él cantando, -por que si,  todavía no descifro que onda con mi vida espiritual- Cuando veo  pinterest busco decoración de interiores y pienso en el gusto tan delicado que tenía para decorar. ¡Ay Abraham! nos quedó pendiente compartir tantas cosas juntos. 

Sin embargo, -aunque me costó trabajo verlo- mi mamá y mis hermanos siguen aquí, conmigo y es una gozada compartir con ellos. Me gusta reconocer que hay muchas cosas que solo nosotros entendemos, que si, también estar con ellos es de mis lugares favoritos en este mundo.