Pantone 021

Todos sabíamos que esto pasaría, todos lo dijimos, cada quien desde el asiento que le tocó. Hasta los actores principales nada más al leer la sinopsis ya sabían que esto no tendría final feliz.
Es que la historia ya estaba escrita, ya estaba repasada, estudiada y llena de vicios, sumandole la mala onda que se respiraba en los ensayos. Nadie estaba contento con los protagonistas, porque a pesar de la química que era más que evidente entre ellos, siempre terminaban mal, en pleito, sacando de quicio a todo el mundo.
Eran de esas conexiones que nadie entiende y precisamente por eso es que todo siempre terminaba mal. Como en esta obra.
En la escena final ella mordió la manzana, dejando todo por su "alma gemela" y nada, el simplemente se quedó atorado en las raíces del árbol malo. Todo iba saliendo perfecto, just in time, fluido, natural. Hasta que ella en su necedad de ser la mejor actriz trato de rescatar al protagonista de las garras del árbol malvado y ahí es donde vino la catástrofe que todos habían previsto desde un inicio: Desmadraron la obra, porque el protagonista; metido en personaje, no podía permitir que el final triste de la obra se viera afectado, por lo tanto se hundió más en la raíz, abrazándola con todas sus fuerzas y ahí cada uno empecinado en su propia historia volvieron locos a todos.

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