Hace un mes, hace un año o más tal vez.

2 de agosto del 2011, hace un mes, hace un año o más tal vez...  Me dueles, a diferentes medidas, en diversos momentos, pero siempre me dueles, para ser mas precisa tu ausencia me pesa; pero los recuerdos me levantan. 
Ya van a ser 2 y no veo que vuelvas, sé que no lo harás. Pero al menos de vez en cuando apareces en mis viajes cósmicos (sueños).
Precisamente hoy, mientras cedí al siesta vespertina apareciste ahí; un disparate de historia, pero aparecías ahí. En el lecho de muerte, como te vi antes de que te fueras en la barca con el abuelo. A penas entiendo la magnitud de ese sueño, de las pocas veces que he soñado contigo, es la primera vez que te veo como mi último recuerdo vivo. Sinceramente es algo que he tratado de  omitir en mi memoria por el dolor que me causa. Sin embargo, hoy te recordé así, en tus días postreros. En el tiempo en que estuve rogando a Dios porque me diera la facultad para dejarte ir de mi vida. Recuerdo las lágrimas que derramaba todos los días para pedir una respuesta de lo alto. Llegó, cerraste los ojos después de una batalla que duro más de un año. Eso fue lo más fácil, el inicio del viacrusis, la espera, el aviso a la familia, el viaje para el funeral... Nunca se me había hecho tan largo el viaje por carretera, debo confesar que aún lloro (aunque sea en silencio) al transitar por la autopista Méx.-Qro. Recordándote.
Mi mamá tuvo que empezar a tomar decisiones fuertes muy a pesar  de su dolor. Como familia nos separaron; yo llegué primero a la ciudad, después mis hermanos (que no vi hasta el otro día en el funeral) y mi madre que venia en la camioneta de la funeraria. 
Antes de partir al panteón, sentí la necesidad de hablar, creí que era lo que se tenia que hacer. Y así lo hice me levanté, titubee un poco,pero después las palabras emanaron de mi boca. No recuerdo exactamente lo que dije, hablé de lo que mi papá pensó el día en que yo nací. Estoy segura que lo dije de la misma forma en al que mi padre me lo decía casa vez que estaba orgulloso de mi. Nunca olvidaré como una de las amigas de mi tía, hermana de mi papá me miraba; parecía que iba a pararse a abrazarme fuertemente. 
Salimos a lo último del rito: el entierro. No he presenciado muchos sepelios en mi vida, pero soy enemiga del llanto teatrero, quizá porque las personas que he visto que lo hacen fueron groseras, o tenían algún pleito con el muerto y ahora se sentían arrepentidas. Pero bueno, eso conmigo no va. 
En ese momento vi que mi familia lo quería de verdad, jamás había visto a mis primos llorar, esa vez paso, estábamos conectados en el mismo dolor, no sé si sentíamos lo mismo, pero yo estaba viviendo uno de los tantos acontecimientos que me han obligado a crecer rápido, con certeza este es el parte aguas de mi vida. 
Hoy te extraño, las cosas no son iguales a como las dejaste, y seguirán cambiando... Sigo anhelando que vuelvas y me abraces, que me des fuerzas de oso... Que me cantes, que te burles de mi, que me regañes y me retes para picarme el orgullo y salir del hoyo.
Sabes algo? Soy muy lista... Siempre en cada cosa que hago dejo un espacio para insertar en mi mente lo que me hace falta de ti, el efecto tarda un poco mas en llegar, pero creo que reacciono a esos estímulos que me dan los recuerdos...
No sé si escriba el siguiente agosto, dentro de 2 o 10, solo te pido que me esperes, me portare de manera inteligente y encontraré el camino para abrazarnos mucho y cantarnos como si nada hubiera pasado. Te amo! 

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